Trabaja en el Colegio Sta. María del Naranco ALTER VÍA desde 1994 como docente siempre enfocada en las nuevas tecnologías e innovación debido a que ha participado en numerosos cursos de gamificación para docentes; códigos QR y realidad aumentada; eTwining 2.0; gestión de e-learning en moodle; aplicaciones educativas de los blogs; coordinadores TIC; Redes Sociales educativas; creación de contenidos didácticos en internet; pizarra interactiva; curso avanzado de extranet para administradores; aplicaciones de power-point para enseñanza; aplicaciones multimedia en el aula.
Ha trabajado con alumnos de n.e.e e integración en base a su especialidad y desde el año 2005 ostenta la Tutoría en el 1º Ciclo de Educación Primaria.
Posee numeros cursos transversales como líderes innovadores; curriculum bimodal, entusiasmat; musicoterapai, detección y tratamiento del déficit de atención; Cl Urkide Formación HADA; evaluación por procesos; inteligencia emocional y educación entre otros como Sitema Braille; Síndrome Asperger o TEA: respuesta curricular para alumnos ciegos y deficientes visuales.
Comunicación/Experiencia:
Seguro que más de uno pensáis que si uno de los grandes propósitos de la educación es el de formar a alumnos y alumnas capaces de seguir aprendiendo a lo largo de la vida, es indispensable “encender la llama” para que quieran seguir aprendiendo por sí mismos.
Por eso desde mi experiencia diaria en el aula os invito a reflexionar como docentes sobre:
¿Cómo encender esa llama? Cada día estoy más convencida de que esa llama no se enciende con más contenidos, sino con propuestas capaces de despertar un interés genuino y de emocionar.
Podríamos por ejemplo: reducir el tamaño de las programaciones, seleccionar y buscar lo que de verdad importa, todo aquello que no solo logrará despertar la curiosidad y emocionar, sino que permitirá sentar las bases para nuevos aprendizajes.
Ahora que queda poco menos de un mes de clase, ¿renunciarías a las últimas unidades didácticas por una tarea inolvidable para tus alumnas y alumnos? ¿Te atreverías a olvidarte de lo que va a entrar en el examen (ese examen que tú mismo vas a diseñar) y a hablar de lo que sucede a nuestro alrededor, de lo que verdad importa y nos conecta con la vida, aún a sabiendas de que eso no entrará en un examen? De ti depende.
Después de todo, como dice Francisco Mora: “Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje”.
Actualmente comenzamos a saber que nadie puede aprender nada, y menos de una manera abstracta, a menos que aquello que se vaya a aprender le motive, le diga algo, posea algún significado que encienda su curiosidad. Para aprender se requiere ese estímulo inicial que resulte interesante y nuevo.
Y es entonces cuando se enciende la atención de un modo poderoso.