Un proceso centrado en la persona. Cada uno es artífice de su educación. Una labor que se realiza hoy para vivirla mañana, y por tanto, abierta, progresista y con proyección de futuro.
Liberadora, pues sólo a través de la educación el ser humano se hace libre.
Activa y experimental, en la conciencia de que de la experimentación viene el auténtico conocimiento.
Solidaria, fomentando la conciendia colectiva, sintiendo el propio destino ligado al destino general.
Respetuosa, valorando la dignidad del otro como fundamental principio ético.
Crítica, en la búsqueda constante de la verdad, superando los prejuicios.
Actualizada y renovadora en sus planteamientos, programas y metodologías.
Trascendente, persiguiendo como fin último el amor y la verdad.